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Texto:
Así vemos muchos villeneros a la alcaldesa.
Muy soberbia concediendose más meritos de los que uno tiene y a veces otorgandose los de otros (los de Tortosa ej. la construcion del instituto y la gestion del soterramiento etc.)
Su trampa es la del amor propio: Se estima muy por encima de lo que en realidad vale. Esta falta de humildad y esto a veces la lleva a la falta de lucidez (apartó a la oposicion y quito liberados de los otros partidos).
Su soberbia es la pasión desenfrenada sobre ella misma. Se cree excelencia y excelente. Y esto es fuente y origen de muchos males. Su conducta consiste en adornarse a sí misma de cosas de las que carece, (personalidad tal vez...) por eso se gasto unos cuantos millones en el despacho de alcaldia y colgo su retrato.
Sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, estar por encima de todos los que la rodean, por eso la abandonaron sus compañeros.
Su posible tenue inteligencia, la hace formarse juicios deformado de sí misma en positivo, que la arrastra a sentirse el centro de todo, posee un entusiasmo que la lleva a idolatrarse así misma.
Vemos en nuestra alcaldesa, (espero por poco tiempo) dos tipos de soberbia; una que es vivida con pasión excesiva y vehemente, que llega a ser tan intensa que en ocasiones la puede llevar a nublar la razón, pudiendo esto incluso llegar a impedir que los hechos personales los vea con una mínima objetividad. Y otra que es percibida como sentimiento, que cursa de forma más suave, esa fuerza se acompasa y la cabeza aún es capaz de aplicar la mirada que capte la realidad de lo que uno es, aunque solo sea unos momentos.
Entre una y otra deambula la soberbia de la alcaldesa, se mueve según los momentos y circunstancias y unas veces hay más de la una que de la otra.
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